Nuestra casa es el sitio donde, por lo general, descansamos del estrés de nuestra rutina del día, nos deshacemos del ajetreo y esperamos encontrar esa paz.
Nada de esto es posible si no está instalado un aislante acústico en la vivienda, porque sin éste sufrimos las consecuencias del tráfico, las sirenas, las cargas y descargas… O incluso el ruido que hacen los propios vecinos.
Para resguardar el hogar de estas molestias es recomendable instalar aislante acústico en la vivienda, muy usado en construcción y que puede convertir nuestra casa en un santuario donde reine la paz
En las obras nuevas suele venir instalado, pero es más difícil contar con él en viviendas de segunda mano. Si estás por la labor de hacer algún tipo de reforma, es tu oportunidad para plantearte invertir en insonorizar tu casa. Será el dinero mejor gastado en mucho tiempo.
Para lograr que la reforma de la casa sea más efectiva, hemos de aislar todas las paredes salvo en el caso en el que la fuente de la molestia sea muy localizada, como un vecino o un local comercial. En este caso, podemos optar por instalar aislante acústico solo en dicha estancia.
En cualquier caso, hemos de aislar pisos, techos y paredes con materiales específicos para absorber el ruido. Consulta con una empresa experta en reformas para que visite el piso y te asesore sobre la mejor solución en tu caso.
En lo que se refiere a los materiales que están comprobados que logran la insonorización y dejan totalmente fuera el ruido del exterior, son el polietileno (en diferentes grados de densidad) y la lana de roca hidrofugada o textil, las cuales son aglomerados con resina termoendurecibles.
Por lo general, los materiales usados en reformas menores son paneles absorbentes, láminas flexibles y bandas autoadhesivas, los cuales hacen que se pueda tener el tan anhelado aislamiento de la vivienda.
¿Qué tener en cuenta antes de elegir e instalar aislante acústico en la vivienda?
Merece la pena recordar que el mejor aislante acústico será el que llegue a reunir los siguientes elementos:
- Muy baja conductividad y alta resistencia térmica para lograr que la vivienda se encentre protegida del calor y el frío.
- Que sea un aislante acústico con fibras para absorber y amortiguar el ruido.
- Que sea de un material que tenga un buen comportamiento delante del fuego para lograr mejorar la seguridad de la vivienda.
Por otra parte, además de la evidente ausencia de ruidos molestos, la instalación del aislamiento acústico en la vivienda aumenta su valor, tanto si en algún momento queremos venderla como alquilarla.
En ciudades grandes, es un factor que podemos destacar en los anuncios, dado que el ruido ambiente suele ser más molesto que en poblaciones de baja densidad, con menos rondas o vehículos a alta velocidad. Lo mismo ocurrirá en zonas de bares, ocio y con terrazas, donde el ruido puede llegar a ser especialmente molesto, tanto de día como en horas de descanso.